La cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la quedada con la empresa, el reencuentro de antiguos alumnos del instituto, el roscón de Reyes, la celebración de Año Nuevo, etc. Si queremos mantener una dieta sana y equilibrada, la Navidad y todas sus celebraciones se acaban convirtiendo en todo un reto. Pero que no cunda el pánico, podemos celebrar las fiestas con nuestros amigos y familia sin necesidad de encerrarnos en casa, disfrutando de cada comida y, lo más importante en estas fechas, celebrando. Que la comida sana no sea el Grinch de estas navidades.
Pero, ¿es posible mantener hábitos alimenticios saludables durante las fiestas de Navidad? Irene Domínguez, responsable de alimentación del Thalasso Hotel El Palasiet, desvela las claves para conseguirlo, qué hacer para compensar los posibles excesos y propone un nutritivo menú para estas fiestas.
Lo principal es saber escoger los alimentos y, de esta manera, compensar los excesos. Irene recomienda: “No debemos obsesionarnos, las Navidades son fiestas sociales de las que todos debemos participar, incluso aquellos y aquellas que estén cuidando su alimentación. Además, no todos los días se realizan comidas copiosas, por lo que alimentándonos bien el resto de días y controlando un poco en estas comidas especiales, no tendremos que contar con kilitos de más después de las fiestas”. Y, es que, compensar es la principal regla a seguir. Saber qué alimentos escoger y cómo presentarlos es fundamental, porque muchas veces se desconoce la cantidad de posibilidades que existen.
· Contrarrestar los excesos
En estos casos es inevitable que en algún momento se cometa algún exceso, por eso es importante compensarlo. Irene Domínguez recomienda contrarrestar las comidas pesadas haciendo cenas ligeras y, en caso de que la cena sea copiosa, compensar en la cena del día siguiente y no en la comida del mismo día.
“Pero mi mejor consejo es compensar dando un paseo. Si por cada comida contundente que hacemos, luego nos damos un paseo de una hora u hora y media, probablemente estemos en camino de no engordar ni 1 kilo para estas fiestas”, aconseja Irene Domínguez.
· Es la hora del aperitivo, saludable
Si el menú está hecho principalmente a base de muchos aperitivos, además de saber compensar con un plato principal ligero, también es importante conocer qué aperitivos son saludables y cuáles no lo son tanto. Dentro de los aperitivos muy saludables que podrían formar parte de nuestra mesa, Irene Domínguez destaca los berberechos, langostinos, gambas a la plancha, pulpo, mejillones al vapor, boquerones en vinagre, crudites con salsa de mostaza y yogur y/o unas mini brochetas saladas (hechas de tomate cherry, pepinillo, boquerón, queso fresco, etc.).
En cuanto a los aperitivos que no son adecuados, encontramos los fritos, las papas o cualquier aperitivo de bolsa: “Suelen ser alimentos muy, muy calóricos, ya que solo 100gr ya nos proporciona más de 500 calorías, que son aproximadamente las que tiene una comida o cena equilibrada pero ligera”, alerta la nutricionista del Thalasso Hotel El Palasiet.
· Plato principal: ¿Es más sano el pescado que la carne?
La norma se repite en los platos principales, hay que saber compensar: “Por ejemplo, si me apetece servir como plato principal una carne lo podré hacer sin ningún problema, el truco estará en escoger aquellas piezas más magras”, explica Irene. Y, es que, una vez más, el no conocer los alimentos provoca que se caiga en errores como pensar que por escoger la ternera o las aves frente al cerdo o el cordero es mejor. Lo importante, tal y como destaca la especialista, es saber escoger la pieza del animal: “Sí que es cierto que en composición global son animales más grasos, pero no nos vamos a comer todo el animal”, invita a la reflexión Irene, “por ejemplo, el solomillo de cerdo, aún siendo cerdo, puede ser una carne más magra que un chuletón de ternera”.
Por otro lado, también existen otras opciones a la hora de dar forma a un plato principal que no sea la carne. El pescado se acaba convirtiendo en una gran y saludable opción, ya que si es blanco su composición prácticamente será proteína, lo que se traduce en una elección ligera y de fácil digestión. Aún así, Irene anima a perder el miedo a los pescados grasos como el salmón o el emperador, ya que también pueden ser una buena opción: “A pesar de ser pescados con una composición de grasa importante, ésta tiene omega 3, ácido graso cardiosaludable”.
· Y de postre, ¿turrón?
“La elección correcta es un postre ligero que nos ayude a digerir la comida”, sentencia Irene Domínguez sin ninguna duda. La mejor opción para poder contrarrestar los aperitivos y el plato principal es la de que el postre esté basado en la fruta (controlando las natas y el azúcar).
Irene Domínguez propone algunos postres, como la crema de mandarina con fresones, un postre muy saludable, ya que es la propia fruta triturada, ligero y muy atractivo a la vista.
Otro de los platos estrellas, y que según cuenta Irene Domínguez es una de las estrellas del Thalasso Hotel El Palasiet, es la crema de piña con arándanos: “La crema de piña se prepara únicamente calentándola a fuego lento y triturándola muy bien. También puedes decorarla con una pizquita de chantilly y unos arándanos”, explica la nutricionista, “además, en su composición, la piña posee una encima proteolítica llamada bromelina, la cual nos ayuda a digerir las proteínas, absorbiéndolas mejor y disminuyendo la sensación de pesadez tras una comida pesada”. “Una buena rodaja de piña será una excelente elección para terminar”, recomienda.
Pero en Navidad, y hablando de postres, parece imposible no pensar en turrones. ¿Hay que eliminarlos de la mesa? “¡Vaya Navidad rara sería sin turrón o mazapán! Podemos tomarlos, pero hay que intentar controlarse un poco”, explica Irene Domínguez. Entonces, ¿cómo se puede hacer? Irene lo explica: “Tanto los mazapanes, como los turrones o polvorones tienen alrededor de 500kcal/100gr; por tanto, la diferencia nutricional no está tanto en el valor energético, sino en la calidad de las grasas empleadas para su elaboración”. Y, es que, el principal ingrediente graso de un turrón o mazapán son los frutos secos, y si tienen aceite éste es insaturado, por lo que, pese a ser calóricos, son mucho más saludables. En cambio, los polvorones, al estar hechos a base de manteca de cerdo, poseen más grasas saturadas que no son saludables. Por lo que, en estos casos, se debe prestar atención no a las calorías, sino a la calidad nutricional de cada alimento.
Porque comer sano, compensar los excesos y disfrutar de las fiestas de Navidad es posible.