Después de las celebraciones navideñas, hacer una cena saciante y baja en calorías puede ofrecer varios beneficios para la salud. Qué comer después de Navidad es una pregunta clave para retomar buenos hábitos alimenticios. No temas incluir proteínas y grasas saludables en tu cena.
Lo ideal es que la comida principal sea durante el día, cuando nuestro cuerpo está más preparado para una ingesta importante. Sin embargo, si por trabajo es imposible seguir los parámetros de la crononutrición y la comida “caliente” se realiza por la noche, aquí tienes algunos ejemplos de cenas bien planificadas. Estas cenas pueden ayudarte a controlar mejor el peso, ya que proporcionan mayor saciedad y evitan los picoteos nocturnos, generalmente más calóricos y menos nutritivos.
Para ello, incorporar proteínas de fácil digestión y grasas saludables como aguacate, aceite de oliva o frutos secos, te ayudará a regular las hormonas que controlan el hambre, manteniendo el apetito bajo control y evitando los antojos de alimentos poco saludables. Llena tu plato también de verduras (como espinacas, brócoli, calabacín o alcachofas) para enriquecer tu dieta con nutrientes esenciales y aumentar la ingesta de fibra, que ralentiza la digestión y estabiliza los niveles de azúcar en sangre, controlando los picos de hambre posteriores.
Ejemplos de cenas después de Navidad
Opción 1: Crema de zanahoria y calabaza con cúrcuma + pechuga de pollo a la plancha con ensalada de aguacate y verduras
- Crema de zanahoria y calabaza con cúrcuma: Para potenciar el sabor, asa la calabaza y la zanahoria en el horno con un toque de aceite de oliva virgen extra hasta que estén tiernas. Luego, en una cacerola, añádelas junto con ajo picado y un poco de caldo de verduras casero. Cocina a fuego lento durante 10 minutos y luego tritura todo hasta obtener una crema suave. Sirve con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y una pizca de cúrcuma para darle un toque visual y extra de sabor.
- Pechuga de pollo con ensalada: Marina la pechuga con sal, pimienta, hierbas frescas y un poco de jugo de limón. Cocina a la plancha hasta que esté dorada y jugosa por dentro. Mientras tanto, prepara una ensalada fresca con aguacate, hojas verdes (como espinacas o rúcula), pepino y tomates cherry. Aliña con aceite de oliva virgen extra, jugo de limón, sal y pimienta.
Opción 2: Merluza con verduras salteadas + crema de brócoli y espárragos con nuez moscada
- Crema de brócoli y espárragos con nuez moscada: Cocina al vapor los espárragos y el brócoli. Luego, sofríe ligeramente un poco de cebolla tierna y ajo. Añade las verduras cocidas, un poco de caldo de verduras y nuez moscada. Cocina durante unos minutos y tritura hasta obtener una crema suave. Sirve con un toque de nuez moscada rallada y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
- Merluza al horno con verduras salteadas: Sazona el filete de pescado con pimienta y jugo de limón. Cocínalo al horno junto con las verduras que prefieras (calabacín, cebolla, etc.). Sirve una base de crema de brócoli y coloca encima el pescado con las verduras salteadas.
Opción 3: Crema de espinacas y calabacín con albahaca + revuelto de trigueros y setas
- Crema de espinacas y calabacín con albahaca: Asa el calabacín en el horno con un poco de aceite de oliva hasta que esté tierno y ligeramente dorado. En una cacerola, sofríe un ajo y las espinacas frescas con un poco de aceite. Cuando reduzcan su volumen, añade el calabacín asado y un poco de caldo de verduras. Cocina brevemente y tritura hasta obtener una crema suave. Sirve con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y hojas de albahaca fresca.
- Revuelto de trigueros y setas: Saltea trigueros y setas con un toque de aceite de oliva. Añade huevos batidos y remueve hasta que cuajen.
Consejos finales
Estos ejemplos de cenas, de menos de 500 kcal, pueden servirte como guía para adaptar otras más acorde a tus gustos. Tras la cena, una infusión caliente, como manzanilla, menta o jengibre, puede ayudarte a digerir mejor y relajarte, favoreciendo un descanso reparador. Intenta cenar al menos dos horas antes de ir a la cama para completar el proceso digestivo y mejorar la calidad de tu sueño.